Muchas veces los problemas o molestias que tenemos en el cuerpo no sabemos a qué se deben o que los causa, por este motivo es recomendable acudir a un profesional, en mi caso un fisioterapeuta, que pueda tratar la causa y no solo los síntomas de la molestia.
Se presentó en nuestra consulta de fisioterapia, un paciente que venía con síntomas de vértigo y cefaleas constantes, había acudido ya al médico y le había recetado antiinflamatorio por el dolor cervical, este problema lo tenía desde hacía 3 semanas y aunque tenía días mejores que otros, pero la molestia siempre estaba ahí, al no mejorar su situación con el medicamento y tras haber ido en otra ocasión al médico que volvió a recetarle un medicamento un poco más fuerte, entonces acudió a nuestra clínica de fisioterapia de Estudio Aequus en Palma.
En lo primero que pensé tras explicarme los síntomas fue en las cervicales, así que le realice algunas pruebas para testar la movilidad, efectivamente tenía las rotaciones y lateroflexiones muy limitadas.
Durante el primer tratamiento, estuve sobretodo aliviando los puntos de dolor de la zona cervical y hombros que tenían mucha tensión, a la siguiente sesión (que fue tras 4 días) me informó que el vértigo había mejorado, así como también comprobé que la movilidad había aumentado, pero aún tenía cefalea, así que pensé en el bruxismo, es decir, que apretaba la mandíbula ya fuera de forma voluntaria o involuntaria, ella me informó que no era consciente de estar haciéndolo, pero muchas personas lo hacen por la noche por lo que es bastante difícil de controlar de forma voluntaria. Le realice un tratamiento con técnicas miofasciales para los músculos de la mandíbula, hasta ese momento la paciente no era consciente de “que apenas podía abrir la boca 2 dedos, después del tratamiento realizaba una apertura de 3´5 dedos”. Después de esta segunda sesión aún tenía algunos puntos dolorosos en la zona mandibular pero nada en comparación después de haber realizado el tratamiento de fisioterapia.
Al tercer tratamiento ya me dijo que no había tenido ningún dolor de cabeza ni vértigo, aún le molestaba en algunos puntos la zona cervical y mandibular pero los mayores problemas se habían solucionado. Le recomendé que fuera también al dentista a hacerse una férula, que es como un aparato que se utiliza por la noche para amortiguar un poco la tensión que genera el apretar los dientes. Es muy importante que este problema sea la combinación del tratamiento con la férula, ya que si solo relajamos la musculatura pero por la noche se vuelve a apretar los dientes siempre va a haber dolor.
Actualmente con los problemas o el frenesí propio de la vida diaria, nuestro cuerpo se resiente y se crean tensiones en algunas zonas de nuestro cuerpo e incluso cambiamos nuestra postura. Una de las posibles consecuencias que provoca este estrés provoca bruxismo, es decir, provoca que se aprieten los dientes normalmente de forma inconsciente y por la noche, con lo cual, es difícil de controlar. El bruxismo puede provocar varios síntomas que abarcan desde dolor en el oído y sensibilidad a las cosas calientes o frías en los dientes hasta dolor de cabeza e insomnio. Para ello se realiza un tratamiento de masaje y estiramiento de los músculos cervicales y faciales o de la mandíbula para relajar los puntos dolorosos, técnica que se combina con una férula hecha por un dentista. Emma Lluch, fisioterapeuta.
• Licenciada en educación física INEF por la Universidad de Lleida.
• Maestría en aerobic.
• Maestría en Fitness.
• Maestría en gimnasia rítmica y deportiva.
• Instructor BTS de Body Balance y Body Pump.
• Tonificación, Step y Aerobic de Fitness Pentatlón.
• Instructor de ciclismo Indoor y Tot Cycling.